El abogado, los hechos y los actos
jurídicos
Abogado o abogada, es aquella persona profesional en derecho que representa y dirige a las personas en los litigios y contiendas con otras personas y también con el Estado. Pero su función va más allá, puesto que también es un asesor de confianza al cual recurrir en diversas situaciones de la vida, deseadas o no.
En la práctica, podríamos decir que no existe ámbito de
la vida en donde la participación de un profesional en derecho no sea necesaria
puesto que siempre existirán hechos y actos con trascendencia jurídica, es
decir, que importan al derecho. Por ejemplo, el nacimiento de las personas.
Claramente es un hecho de la vida, de la naturaleza. Pero también es un hecho
jurídico dado que cuando una persona nace, surgen con ella una serie de
derechos y obligaciones contenidas en las diversas normas jurídicas. Piénsese desde
las cuestiones más básicas -el derecho a vivir, a ser alimentado – a otras como
el derecho a suceder -heredar-. En todo esto, intervienen o podrían llegar a
intervenir, los abogados; Al finalizar la vida viene la muerte. También es un
hecho jurídico. Porque el fallecimiento acarrea consigo, no solamente dejar de
existir físicamente, sino también derechos y obligaciones, por ejemplo, el
derecho de alimentos de los hijos menores del fallecido -causante le llaman-,
el derecho de heredar, los derechos de los acreedores, por citar algunos. En
esto, intervienen eventualmente los abogados.
Vamos más allá, y hablemos de los actos jurídicos,
que, para decirlo de forma simple, son aquellas situaciones que interesan al
derecho en donde, a diferencia de los hechos jurídicos, interviene la voluntad
y el consentimiento de las personas: Contratos, testamentos, delitos, etc. En
todo ello, intervienen los abogados. E incluso, en situaciones cotidianas, comunes
o simples, podría llegar a requerirse de una persona profesional en derecho,
por ejemplo, una boleta por indisciplina que le realicen a un estudiante de
colegio. Se que, a partir de esto, ustedes, lectores, podrán pensar en muchos
más ejemplos.
En conclusión, la vida y los abogados están
íntimamente ligados. Siempre contemos con un profesional en derecho.
Pd. Existen hechos de la vida que no son
jurídicos, es decir, no le importan al derecho, por ejemplo, el sujeto que camina
por la calle y da un puntapié a una piedra y la lanza un lado del camino. Al
derecho eso no le importa. Ah, pero si esa piedra golpea a otra persona, en ese
momento se convierte en un hecho jurídico.
Si quieren saber más del tema, escriban en
los comentarios y con mucho gusto lo haremos.
Erick Miranda
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